La flor de Leo
Flor: La Rosa
Los nativos del signo de león son los más impulsivos, dominantes y seductores del horóscopo. Por ello su relación con las flores es, ante todo, pragmática, pues las usan para seducir y halagar a las personas que les son importantes. Sin embargo, como ya se ha señalado con otros signos, las flores tienen más relación que la meramente pragmática. Pueden ser reflejo de nuestro carácter y amuleto para nuestro porvenir.
Los Leo son personas energéticas, apasionadas, necias y amorosas. Las guían las mejores intenciones hacia los que aman, pero también se dejan llevar por impulsos muy primarios, que no siempre los benefician. Como todos los grandes líderes y los grandes seductores, sus egos son débiles, y necesitan autoafirmarse todo el tiempo. Esto no quiere decir que no sean valientes y decididos, pero sin el aplauso de los demás suelen venirse abajo y abandonar. Son poco fieles y cambian muy a menudo de dirección, pero su empuje, la mayor parte de las veces, les ayuda a conseguir lo que desean.
La flor que represente a Leo debe ser una que, en primer lugar, refleje la belleza sin freno de los nativos de este signo, su atractivo, su magnetismo animal y, desde luego, se gran capacidad de seducción. En segundo lugar, debe ser una flor que replique su energía, su carácter, su voluntad férrea. Y una flor que potencie sus cualidades y disminuya sus efectos.
Una flor como la rosa.
La rosa es una flor que se ha relacionado desde tiempos antiguos con Leo porque así como el león es el símbolo de la masculinidad por antonomasia, la rosa es el símbolo de la feminidad universal. La rosa, con su color y sus pétalos carnosos, nos remite a lo femenino, a la intimidad de la mujer y a su espiritualidad conectada con los ciclos naturales.
Podemos afirmar, entonces, que no hay Leo sin rosa, pues para este signo la rosa es un centro de equilibrio.
Los simbolismos espirituales de la rosa demuestran que se trata de una flor que se une de manera indeleble a Leo. Es habitual que en muchos mitos la sangre derramada de héroes y doncellas se convierta en esta flor. Esa es una manera de señalar el poder curativo de la rosa, en lo físico (no son pocos los ensalmos que proceden de sus pétalos con propiedades sanadores) y en lo espiritual. La fiereza de Leo le hace blanco de no pocas heridas, y la presencia de la rosa es una efectiva manera de comenzar a sanar, en el alma y en el cuerpo.
La rosa también es símbolo de la pasión que más importa a Leo: el amor. El centro de sus días y la obsesión de sus noches. La rosa hará de Leo una persona más asertiva y menos impulsiva en los lances amorosos. Si la tiene a su lado, puede estar seguro de que se equivocara menos en la elección de la persona amada.
¿Cómo usar a la rosa como un amuleto?
La presencia de un rosal en la entrada de la casa es una magnífica manera de proteger a Leo con esta flor, y de unir su destino a ella. Hay que evitar las flores cortadas, pero se puede decorar la casa con flores desecadas.